LOCALIDADES
Motilla del Palancar
LOCALIDADES
Motilla del Palancar
Un poco de historia
Las referencias más antiguas conocidas de este pueblo son los restos arqueológicos encontrados en el cerro Talayón que nos remontan a la Edad del Bronce, en el II Milenio a. C.
De época romana existe constancia del descubrimiento de varias monedas, ases y denarios. También hay constancia de presencia visigoda según lo demuestra el descubrimiento de sepulturas de esta época tal y como se recoge en el libro Mis notas para la Historia de Motilla del Palancar (Cuenca) de Antonio Navarro García.
El nacimiento y los primeros siglos de andadura de Motilla del Palancar estuvieron estrechamente ligados a Alarcón, hasta que en 1489, deja de ser aldea de Alarcón, por carta de los Reyes Católicos.
En 1808 se inicia la Guerra de Independencia Española, llegaron los franceses hasta estas tierras tras salir de Cuenca, no encontrando ni alcalde ni apenas vecinos pues se habían escondido en los montes. En plena Guerra de Independencia Motilla sufre dos avenidas por desbordamiento del río Valdemembra. Poco después en el año 1834, Motilla del Palancar, consigue la titularidad de partido judicial tras una gran disputa con Iniesta y Villanueva de la Jara.
Durante las Guerras Carlistas, Motilla estuvo al margen de las escaramuzas y los grandes escenarios de batalla al no haber en ella fuerte alguno, aunque se caracterizaron por la utilización de guerrillas secundadas por el apoyo popular.
El 18 de septiembre de 1921, el Valdemembra sufre de nuevo una gran crecida debido a una fuerte tormenta, llegando en pocos minutos a inundar el Riato, muriendo 13 personas y produciendo innumerables daños materiales por lo que se acuerda para poder contener futuras avenidas de agua construir un muro de piedra desde la Carretera hasta el Calvario.
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Un poco de historia
Las referencias más antiguas conocidas de este pueblo son los restos arqueológicos encontrados en el cerro Talayón que nos remontan a la Edad del Bronce, en el II Milenio a. C.
De época romana existe constancia del descubrimiento de varias monedas, ases y denarios. También hay constancia de presencia visigoda según lo demuestra el descubrimiento de sepulturas de esta época tal y como se recoge en el libro Mis notas para la Historia de Motilla del Palancar (Cuenca) de Antonio Navarro García.
El nacimiento y los primeros siglos de andadura de Motilla del Palancar estuvieron estrechamente ligados a Alarcón, hasta que en 1489, deja de ser aldea de Alarcón, por carta de los Reyes Católicos.
En 1808 se inicia la Guerra de Independencia Española, llegaron los franceses hasta estas tierras tras salir de Cuenca, no encontrando ni alcalde ni apenas vecinos pues se habían escondido en los montes. En plena Guerra de Independencia Motilla sufre dos avenidas por desbordamiento del río Valdemembra. Poco después en el año 1834, Motilla del Palancar, consigue la titularidad de partido judicial tras una gran disputa con Iniesta y Villanueva de la Jara.
Durante las Guerras Carlistas, Motilla estuvo al margen de las escaramuzas y los grandes escenarios de batalla al no haber en ella fuerte alguno, aunque se caracterizaron por la utilización de guerrillas secundadas por el apoyo popular.
El 18 de septiembre de 1921, el Valdemembra sufre de nuevo una gran crecida debido a una fuerte tormenta, llegando en pocos minutos a inundar el Riato, muriendo 13 personas y produciendo innumerables daños materiales por lo que se acuerda para poder contener futuras avenidas de agua construir un muro de piedra desde la Carretera hasta el Calvario.
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Qué visitar
- Iglesia de San Gil, del siglo XVI. Destaca su espléndida cabecera levantada por Juan de Alviz en estilo tardogótico.
- Ermita de Nuestra Señora de La Concepción (s. XVI)
- Casa de los Luján, construcción del s. XVII, de dos plantas entre medianerías y una rejería de extraordinaria calidad.
- Torre Telegráfica o de Señales, un torreón de planta cuadrada con basamento inclinado y dos plantas.
- Plaza de Toros
- Parques de Pozoarriba y del Carrascal
- Riato
- Calvario
- Paraje de San Cristobal
Qué visitar
- Iglesia de San Gil, del siglo XVI. Destaca su espléndida cabecera levantada por Juan de Alviz en estilo tardogótico.
- Ermita de Nuestra Señora de La Concepción (s. XVI)
- Casa de los Luján, construcción del s. XVII, de dos plantas entre medianerías y una rejería de extraordinaria calidad.
- Torre Telegráfica o de Señales, un torreón de planta cuadrada con basamento inclinado y dos plantas.
- Plaza de Toros
- Parques de Pozoarriba y del Carrascal
- Riato
- Calvario
- Paraje de San Cristobal
Fiestas y Tradiciones
– San Antón. Se celebra el 17 de enero. Bendición de animales, subasta de donaciones y los tradicionales tostones.
– Jueves Lardero. Se celebra el jueves anterior a la Cuaresma, significa «Jueves de Tocino» y según la tradición cristiana es el último día que se puede comer carne.
– Carnavales. A pesar de los fríos reinantes por estas tierras, cuando llega el momento de los Carnavales, Motilla se lanza a la calle a vivir días de diversión y llenando de colorido las calles del pueblo.
– Semana Santa. Llena de devoción y colorido comienza con la representación de la Pasión Viviente por las calles del pueblo y termina con la Procesión del Encuentro.
– Los Mayos. El 30 de abril cantan coplillas los Quintos y los Soldaos a la Virgen y a las mozas de la localidad.
– San Isidro Labrador. Se celebra el 15 de mayo. La fiesta campera por excelencia de Motilla en la que todo el pueblo celebra la Romería en el paraje de las Reillas. Fiesta, folklore, juegos y diversión en la naturaleza.
– Corpus Christi. El día del Señor los vecinos de las calles por las que pasa la procesión las decoran con alfombras de serrín multicolor, y los niños que han tomado la comunión, tiran pétalos de rosa durante la procesión.
– San Cristóbal. 10 de julio. Es el patrón de los conductores, combinándose en esta jornada las actividades religiosas y las festivas.
– Fiestas Patronales. Del 1 al 7 de septiembre tienen lugar las ferias y fiestas, de gran interés comarcal, en honor al patrón local San Gil Abad.
– Inmaculada Concepción. En diciembre se celebra la festividad de la Patrona, la Inmaculada Concepción, se realizan los actos solemnes durante 2 días, el 8 y 9 de diciembre. En la víspera se lleva de vuelta a la patrona a su ermita y se canta el «Santo Dios» (canción religiosa).
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Fiestas y Tradiciones
– San Antón. Se celebra el 17 de enero. Bendición de animales, subasta de donaciones y los tradicionales tostones.
– Jueves Lardero. Se celebra el jueves anterior a la Cuaresma, significa «Jueves de Tocino» y según la tradición cristiana es el último día que se puede comer carne.
– Carnavales. A pesar de los fríos reinantes por estas tierras, cuando llega el momento de los Carnavales, Motilla se lanza a la calle a vivir días de diversión y llenando de colorido las calles del pueblo.
– Semana Santa. Llena de devoción y colorido comienza con la representación de la Pasión Viviente por las calles del pueblo y termina con la Procesión del Encuentro.
– Los Mayos. El 30 de abril cantan coplillas los Quintos y los Soldaos a la Virgen y a las mozas de la localidad.
– San Isidro Labrador. Se celebra el 15 de mayo. La fiesta campera por excelencia de Motilla en la que todo el pueblo celebra la Romería en el paraje de las Reillas. Fiesta, folklore, juegos y diversión en la naturaleza.
– Corpus Christi. El día del Señor los vecinos de las calles por las que pasa la procesión las decoran con alfombras de serrín multicolor, y los niños que han tomado la comunión, tiran pétalos de rosa durante la procesión.
– San Cristóbal. 10 de julio. Es el patrón de los conductores, combinándose en esta jornada las actividades religiosas y las festivas.
– Fiestas Patronales. Del 1 al 7 de septiembre tienen lugar las ferias y fiestas, de gran interés comarcal, en honor al patrón local San Gil Abad.
– Inmaculada Concepción. En diciembre se celebra la festividad de la Patrona, la Inmaculada Concepción, se realizan los actos solemnes durante 2 días, el 8 y 9 de diciembre. En la víspera se lleva de vuelta a la patrona a su ermita y se canta el «Santo Dios» (canción religiosa).
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Gastronomía
El denominador común en la gastronomía conquense es, sin lugar a dudas, su contundencia y sabor. Y es que la tradición manda aquí y los pastores, origen de la mayoría de la comida típica de Cuenca, necesitaban muchas calorías para combatir sus duras jornadas.
Destacan platos como el morteruelo,un guiso a base de carnes de caza menor, hígado de cerdo, pan rallado y especias donde destaca la alcaravea, una herencia de la cocina árabe. El ajoarriero, una pasta que esconde secretos como el bacalao, patatas, huevo y aceite. Los zarajos, tripas de cordero asadas y enrolladas en dos palos de sarmiento. Los gazpachos de pastor, son diferentes a los gazpachos manchegos, un gazpacho más parecido a una sopa, líquido y para tomar con cuchara, se suele acompañar con uvas.
Hay que destacar los vinos de esta zona. Sus bodegas y cooperativas elaboran caldos con una relación calidad-precio difícil de igualar, cada vez más apreciados y premiados. No faltan tintos recios, afrutados, blancos, rosados, delicados y hasta espumosos.
Gastronomía
El denominador común en la gastronomía conquense es, sin lugar a dudas, su contundencia y sabor. Y es que la tradición manda aquí y los pastores, origen de la mayoría de la comida típica de Cuenca, necesitaban muchas calorías para combatir sus duras jornadas.
Destacan platos como el morteruelo,un guiso a base de carnes de caza menor, hígado de cerdo, pan rallado y especias donde destaca la alcaravea, una herencia de la cocina árabe. El ajoarriero, una pasta que esconde secretos como el bacalao, patatas, huevo y aceite. Los zarajos, tripas de cordero asadas y enrolladas en dos palos de sarmiento. Los gazpachos de pastor, son diferentes a los gazpachos manchegos, un gazpacho más parecido a una sopa, líquido y para tomar con cuchara, se suele acompañar con uvas.
Hay que destacar los vinos de esta zona. Sus bodegas y cooperativas elaboran caldos con una relación calidad-precio difícil de igualar, cada vez más apreciados y premiados. No faltan tintos recios, afrutados, blancos, rosados, delicados y hasta espumosos.