LOCALIDADES

Gabaldón

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Gabaldón

Un poco de historia

Existen indicios de orígenes romanos, unos hablan de Gabaldua, ciudad romana que se encontraba en este lugar, y otros sitúan aquí una mansión romana en ese recorrido desde Iniesta (Egelasta) hacia Almodóvar, sin embargo, se funda como aldea gracias a un tal Juan Martín de Gabaldón que aquí se establece para cultivar sus tierras no antes del siglo XIII. Al principio, su dependencia foral es de Barchín al que se debe en justicia, pero por litigio y deseo, sus pocos vecinos solicitan depender de La Motilla por estar más fácil de andar su camino pedregoso. Tal es así, que desde el siglo XV es de este lugar aunque dentro del Señorío de Alarcón y luego marquesado de Villena, como todos estos lugares.

Esta dependencia le va a generar conflictos durante el tiempo de las Comunidades, cuando muchos pueblos de La Mancha y alguno de la Sierra se sublevan contra la corona de Carlos V en 1620 y provocan constantes revueltas comuneras, llegando a este lugar partidas de hombres desde el marquesado de Moya, apoyando a los Vázquez Acuña, Carrillos y Pachecos. Acabado el conflicto, la población comienza a crecer, se construyen más viviendas en una estructura simétrica alrededor de su pequeña plaza, se levantará un hospital, así como la iglesia parroquial aunque pequeña, cuya advocación a la abuela Santa Ana le incita al sosiego. Luego, sus tres ermitas devocionales antaño como La Concepción, San Esteban y La Soledad.
Arruinada la iglesia, se vuelve a reedificar en el siglo XVIII con buena mampostería y sillares, una nave central apoyada en unos pilares mixtilíneos cruciformes que le dan cierta elegancia.

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Un poco de historia

Existen indicios de orígenes romanos, unos hablan de Gabaldua, ciudad romana que se encontraba en este lugar, y otros sitúan aquí una mansión romana en ese recorrido desde Iniesta (Egelasta) hacia Almodóvar, sin embargo, se funda como aldea gracias a un tal Juan Martín de Gabaldón que aquí se establece para cultivar sus tierras no antes del siglo XIII. Al principio, su dependencia foral es de Barchín al que se debe en justicia, pero por litigio y deseo, sus pocos vecinos solicitan depender de La Motilla por estar más fácil de andar su camino pedregoso. Tal es así, que desde el siglo XV es de este lugar aunque dentro del Señorío de Alarcón y luego marquesado de Villena, como todos estos lugares.

Esta dependencia le va a generar conflictos durante el tiempo de las Comunidades, cuando muchos pueblos de La Mancha y alguno de la Sierra se sublevan contra la corona de Carlos V en 1620 y provocan constantes revueltas comuneras, llegando a este lugar partidas de hombres desde el marquesado de Moya, apoyando a los Vázquez Acuña, Carrillos y Pachecos. Acabado el conflicto, la población comienza a crecer, se construyen más viviendas en una estructura simétrica alrededor de su pequeña plaza, se levantará un hospital, así como la iglesia parroquial aunque pequeña, cuya advocación a la abuela Santa Ana le incita al sosiego. Luego, sus tres ermitas devocionales antaño como La Concepción, San Esteban y La Soledad.
Arruinada la iglesia, se vuelve a reedificar en el siglo XVIII con buena mampostería y sillares, una nave central apoyada en unos pilares mixtilíneos cruciformes que le dan cierta elegancia.

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Qué visitar

Qué visitar

Fiestas y Tradiciones

En Gabaldón destacan fiestas como la Pascua de mayo, para sus habitantes, peculiar en contenido y añoranza, sin olvidar que el jueves lardero siempre ha creado sentimiento y luego, como en tantos y tantos lugares, sus fiestas patronales, las más animadas, en verbena y jolgorio con bajada de toros bravos y la bendición de Santa Ana, su patrona y señora.

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Fiestas y Tradiciones

En Gabaldón destacan fiestas como la Pascua de mayo, para sus habitantes, peculiar en contenido y añoranza, sin olvidar que el jueves lardero siempre ha creado sentimiento y luego, como en tantos y tantos lugares, sus fiestas patronales, las más animadas, en verbena y jolgorio con bajada de toros bravos y la bendición de Santa Ana, su patrona y señora.

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Gastronomía

La calidad de las materias primas y el respeto a las tradiciones, son dos características esenciales de la gastronomía en esta localidad. 

La carne de caza, encabezada por la perdiz, se encuentra presente en multitud de platos, como el morteruelo, aunque se puede emplear carne de gallina en su lugar. Otras carnes, como el cordero también encuentran su lugar en tierras conquenses.


Platos tradicionales como el Ajoarriero, elaborado con bacalao y ajos , las migas y las calderetas, complementan esta cocina basada en la carne y añaden sabores diferentes, pero igual de populares.

El protagonismo de la carne, desaparece de los fogones con la llegada de las fiestas de Semana Santa. Los potajes, las garbanzadas con bacalao y espinacas, las judías blancas o las patatas al Ajovirón, asumen el estrellato, dando un giro a la gastronomía tradicional.

También son platos típicos las patatas guisadas con níscalos, el pisto manchego y el tiznao. Y para acompañar estos platos, que mejor que los vinos de la Denominación de Origen, La Manchuela, verdaderamente fantásticos.

Gastronomía

La calidad de las materias primas y el respeto a las tradiciones, son dos características esenciales de la gastronomía en esta localidad. 

La carne de caza, encabezada por la perdiz, se encuentra presente en multitud de platos, como el morteruelo, aunque se puede emplear carne de gallina en su lugar. Otras carnes, como el cordero también encuentran su lugar en tierras conquenses.


Platos tradicionales como el Ajoarriero, elaborado con bacalao y ajos , las migas y las calderetas, complementan esta cocina basada en la carne y añaden sabores diferentes, pero igual de populares.

El protagonismo de la carne, desaparece de los fogones con la llegada de las fiestas de Semana Santa. Los potajes, las garbanzadas con bacalao y espinacas, las judías blancas o las patatas al Ajovirón, asumen el estrellato, dando un giro a la gastronomía tradicional.

También son platos típicos las patatas guisadas con níscalos, el pisto manchego y el tiznao. Y para acompañar estos platos, que mejor que los vinos de la Denominación de Origen, La Manchuela, verdaderamente fantásticos.

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